Esta carta de condolencia fue enviada por Einstein a Robert S. Marcus en febrero de 1950. Por aquel entonces Marcus era director político del Congrego Mundial Judío y acababa de perder a su hijo por la polio
"Querido Dr. Marcus,
Un ser humano es una parte de un todo, al que llamamos "Universo", una parte limitada en el tiempo y el espacio. Él experimenta por si mismo (sus pensamientos y sensaciones) como si estuvieran apartados del resto; una especie de falsa ilusión óptica producida por si consciencia. El esfuerzo necesario para liberarse a uno mismo de esta falsa ilusión es un problema que debe resolver la verdadera religión. No alimentar esta falsa ilusión, sino intentar superarla, es la única forma de alcanzar un nivel de paz mental asequible.
Con mis mejores deseos,
Sinceramente suyo,
Albert Einstein.
Fuente: amazings
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