jueves, 31 de marzo de 2011

Los ovnis del 11-S



El ataque del 11-S, cuya intencionalidad era cambiar el orden del mundo, no fué cometido, evidentemente, por unos pocos moros provistos de 4 cuchillos de plástico y que habían hecho un curso básico de piloto por correspondencia, y parece mentira que personas con buena formación y responsabilidades se presten a apoyar esa historia ridícula.

Ya, prácticamente, los únicos que defienden la versión oficial son los políticos y gobernantes profesionales, así como personas que forman parte o que viven del sistema oficial.

Además hay cientos, o miles, de anomalías, fallos, inconsistencias, e informaciones que señalan claramente en otra dirección, y que no es la versión oficial. Por ejemplo hay numerosos ingenieros, científicos, arquitectos, de sobrada reputación profesional que, a través de exposiciones, videos, conferencias y libros, han negado rotundamente que la secuencia oficial de la caída de las 3 torres, incluyendo la torre 7, sea veraz tal como se informó desde los medios oficiales.

Como aseguraron científicos y expertos, y como registraron los aparatos medidores de radioactividad, solamente unas mini explosiones nucleares controladas y perfectamente distribuidas pudieron segar con tanta eficacia y limpieza las vigas estructurales de los Torres Gemelas, algo que el choque de un avión nunca podría realizar con tanta perfección. De hecho cuando se construyeron las Torres Gemelas, que se inauguraron en 1973, ya contaban con un sistema incorporado de demolición controlada.

Curiosamente, las personas testigos y trabajadores que estuvieron realizado los trabajos de las obras en la gran explanada de la Zona Cero de Nueva York, después del derrumbe de las torres, declararon sufrir un calor muy intenso y concentrado que permanecía invariable durante los meses que duraban las obras; algo que indica que debió haber ocurrido, efectivamente, una explosión nuclear.

De hecho, las mediciones atómicas que se han efectuado, tanto en la Zona Cero de Nueva York como en el atentado de Bali del año 2002, que también fué otro atentado que formaba parte del mismo plan, en este caso como centro de un ataque a la comunidad australiana, revelan que en ambos casos se produjeron deflagraciones nucleares de al menos 0,1 kilotones.

El reportaje "September Clues", Pistas de Septiembre, así como otros documentados filmados, analizan las contradicciones visuales y sonoras de la retransmisión oficial del ataque del 11-S.

Aparece un avión después de atravesar la segunda torre, cuando no tenía que haber aparecido, pues un avión de aluminio no puede atravesar por completo un edificio con estructuras de acero y salir entero, tan campante, por el lado opuesto. Y no aparece el avión cuando tenía que aparecer, pues el avión aparece súbitamente y de repente, sin que se le haya visto antes venir por ninguna parte.




El 11 de septiembre de 2001 el cielo neoyorkino fue transitado por numerosos objetos voladores no identificados, aunque la atención de todo el mundo estaba puesta en las Torres atacadas.

Los dos aviones que impactaron contra las dos torres fueron producto de un montaje escenográfico. La Torre 7, desde luego que no fué atacada por ningún avión. Y en el Pentágono, por lo que ya se ha contrastado, tampoco se estrelló ningún avión. De modo que en el 11-S no hubo aviones atacantes por ninguna parte.

El suceso no podía ser simplemente un montaje visual de imágenes elaboradas, porque era necesario que los testigos neoyorkinos y las cámaras vieran un supuesto avión, y para hacer eso era preciso utilizar la técnica de reproducción de imágenes mediante hologramas.

Así que solo queda concluir que la retransmisión en directo del 11-S fue un show orquestado por las grandes cadenas de TV, como CNN y BBC, que están para servir a la Elite Illuminati Mundial.
Y la Elite Illuminati Mundial no está para servir a la gente, sino para servir a sus amos, los Extraterrestres.

Los ovnis extraterrestres estuvieron en el 11-S, y distintas fotografías y videos pudieron registrar su presencia aquél día, cerca del complejo de World Trade Center en Nueva York, dirigiendo la operación conspiradora, de la que solo la Elite del mundo estaba informada.

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